sábado, 26 de mayo de 2012

Derechos de los niños


Principio 1: El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
Principio 2: EL niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo por ello por lay ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
Principio 3: El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
Principio 4: El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Principio 5: EL niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimiento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
Principio 6: El niño, para el pleno y armonioso desarollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
Príncipio 7: El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oprtunidades, desarollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
Prinicipio 8: El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
Principio 9: El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación, o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Principio 10: El niño debe ser protegido contra las prácticas que pueden fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquiera otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.

 

















Leyendas de mi pago

Aquí comparto las leyendas que desde chica escuchaba con amigos y en
 las reuniones familiares sobre nuestro monte santiagueño y sus misterios.

Leyenda del Cacuy

Dicen que en el monte vivían dos hermanos. Pero mientras el se desvivía por atenderla y hacerla feliz, ella totalmente indiferente, parecía gozar haciendo daño a su hermano. A veces , hosca y huraña, lo privaba hasta del placer de su compañía. Un día ,cuando el volvía cansado y sediento del monte, ella derramó el último bote de miel que tenían. Harto de soportarla, la invitó al monte, a buscar un nuevo panal que había encontrado. Ella (inexplicablemente) aceptó. Al llegar a un árbol muy alto, él le dijo que debía taparse la cabeza, pues había peligro si las abejas andaban cerca. Ella sumisa y embozada, comenzó el ascenso antes que su hermano. Cuando llego alo más alto del árbol, él, simulando que ascendía, fue bajando mientras desgajaba totalmente el tronco. Cuando pasó el tiempo y ella, quitándose la manta, se dio cuenta de la trampa en que había caído, comenzó a llamar a su hermano;¡Turay!
Al verlo que se alejaba le gritó :¡Cacuy ...Turay! (detente párate hermano).Pero él no regresó. Y mientras la noche envolvía al monte con su manto de negrura, ella se convirtió en pájaro que gime, llamando aún a su hermano.
Podemos preguntarnos: ¿y si el hermano –tan bueno y generoso- requería los amores de su hermana? ¿Y si precisamente, para evitar dárselos, ella se revestía de hosquedad y le daba motivos para odiarla?. La hermana pudo tener presente el tabú sexual que la sangre común le imponía, y no sentir como castigo el convertirse en pájaro, sino mas bien una liberación .

Pero los paisanos, la gente común no hacen estas especulaciones. Profundamente religiosa la gente ve el castigo a la maldad de la hermana, y la leyenda sirve como un examen de conciencia a sus relaciones fraternales. Menos prosaicas son las supersticiones que hay en torno al pajarito que lleva su nombre. Como toda ave de origen mágico, su canto anuncia lluvia y es señal de disputa entre hermanos. También lleva en sí cualidades esotéricas: si canta en el techo de la casa, preanuncia muerte.
Tanto en la leyenda del Cacuy como en la del Urutaú, hay una alegoría mítica: la mujer abandonada que llora el alejamiento de su compañero. El ave- mujer que con su gemido lastimero purgará eternamente una culpa moral: el Urutaú, la liviandad con que aceptó los amores de un desconocido; el Cacuy , la perversidad de la hermana.


Leyenda del Crespín

Cuentan que un día, estando el marido sumamente enfermo, doña Crespina salió en busca de remedio. En el pueblo, luego de comprarlo y mientras volvía al rancho, unos parientes la invitaron a una fiesta. Para evitar hacer un desprecio, ella accedió, pero con la intención de quedarse poco tiempo. Entusiasmada en el alboroto del jolgorio, olvido la noción de las horas. Alguien le avisó que su marido estaba muy grave, y ella pidió que le hicieran llegar el remedio que tenía consigo. Excitada por el barullo y la música continuó danzando. Mientras lo hacia llegó otro mensajero y le dijo que su marido se estaba muriendo y la llamaba a su lado. Pero indiferente a la urgencia del momento, ella continuo divirtiéndose , suponiendo que llegaría a tiempo. Hasta que llego alguien, vestido de luto, para darle el pésame, pues su marido ya había muerto, e invitarla a regresar a su casa :
-Hay tiempo para llorar- había dicho doña Crespina, y siguió bailando.

La inapelable sentencia divina la condenó por ello a que eternamente llorara el nombre de su esposo, convirtiéndola en un pájaro nocturno. Por eso, todas las noches, un gemido quejumbroso expía esa culpa llamando a su hombre: ¡Crespín! ¡Crespín!
Como vemos, la mayoría de estas narraciones populares tiene una finalidad aleccionadora. Hay entre líneas un manifiesto mensaje moral- religioso. Porque el Ser Supremo castiga a  los culpables, convirtiéndolos en feos pájaros nocturnos, que perturban el ánimo de sus ocasionales oyentes con su silbos lúgubres o su fea aparición, como es el caso del Yanarca o “ataja caminos”. Al igual que el Crespín, ella corporiza también el arrepentimiento eterno, en lo que recuerda lo que le paso al gaucho que no supo escuchar la voz de Dios. La yanarca – de patas largas y de ojos grandes-vuela bajito, al ras del suelo, mientras aparece y desaparece de la huella, acompañando al caminante.

Pero así como Dios castiga la maldad también premia las virtudes. Y si al culpable lo condena a las sombras de la noche, a los otros le brinda la luz de la mañana. Si a los malos les elige oscuras plumas y plañideros silbos, a los buenos les regala vistosos colores y dulce canto. Tal es el caso de la Calandria , leyenda que es un ejemplo para las madres desnaturalizadas.


Leyenda de la Salamanca

Súpay y sus adeptos viven en la Salamanca. Esta es una cueva que esta en la espesura del monte , allí donde se pierde la orientación y el monte parece igual en todos los sentidos. Tiene una entrada secreta, semioculta entre las breñas, guardada por feroces animales.
Hemos podido recoger dos versiones de la Salamanca: una que suponemos es de origen hispano-aborigen, y otra que podríamos llamar oriental, que las cuenta Alberto Gerchunoff en su obra “Fábulas del antiguo Tucumán”. La primera dice: que a la cueva de la Salamanca van quienes quieren hacer un pacto con el Diablo. Pero Súpay solo acepta a los mas fuertes y corajudos, y es por eso que les impone a los iniciados una serie de pruebas. En ellas probarán su apostasía (deben escupir a Cristo y cachetear a la Virgen), su coraje (no deberán sentir miedo mientras dure la iniciación) y su habilidad y destreza física. Si el aprendiz de brujo logra superar todas estas pruebas, recién podrá conocer los secretos de la magia negra y por ende tendrá poder y riqueza.
En la Salamanca se vive un eterno jolgorio .Las brujas y brujos se regodean allí en lujurioso frenesí. Allí se canta, se baila, se encuentra toda clase de placer, allí donde no hay que temerle a víboras, arañas, ni sapos, y donde hay un constante sonar de música.
En ella se da la eterna lucha por lograr su finalidad, aún cuando pueda perecer en el camino. Llegar al centro del laberinto tiene su premio: la sabiduría y el poder eterno. Pero el camino no es     fácil, está plagado de acechanzas. Y ese centro mítico tiene dos versiones: puede ser la Salamanca, donde lo esperará el Diablo, o puede ser el Paraíso, morada celeste de Dios

Leyenda del almamula

Esta es una superstición muy arraigada, no solo en el campo sino en la misma ciudad capital de Santiago del Estero.
Dice que el almamula es una mujer que vive en pecado: una mujer que tiene como amante a su padre, o a su hermano o a su hijo, es decir a alguien de su propia sangre. Una mujer que se revela ante la ley de Dios, pues no siente vergüenza ni pudor alguno de sus amores.
Ante tamaña herejía el Señor la condena en vida a que vague por las noches, convertida en mula, buscando quien la redima. Porque aún siendo almamula puede salvarse, si encuentra un hombre corajudo que le haga frente y le corte un pedazo de oreja, o le haga cualquier incisión de la que brote sangre. La sangre del almamula y la voluntad de reincidir en el pecado, pueden salvar a la mujer y a su alma.
El ciclo del almamula tiene dos etapas: si el pecado es reciente, puede salvarse. Pero si ya pasó mucho tiempo y nadie la hirió, lamentablemente se pierde.
Es creencia popular que el almamula sale los martes y jueves, especialmente cuando hay viento del sur o cambio de tiempo y siempre después de las 12 de la noche. En su primera etapa es como un burrito pequeño, que a veces suele venir alado “en la punta del viento”. El almamula grita .Y ese grito eriza la piel y pone miedo en el alma de quien escucha, pues su grito resume la desesperación y la locura. Quien desea salvarla debe preparar un cuchillo y esperarla (cuchillo porque es de acero , y además tiene cruz entre el cabo y la hoja). Dicen que ella sabe cuando alguien la espera para herirla, y grita aún mas fuerte para atemorizar a su salvador, y a la vez poner a prueba su valentía. Si el hombre no muestra signos de miedo y se le acerca resuelto, ella baja la cabecita y se queda quieta para que la corten: es como un ritual, se necesita que derrame sangre para lograr su purificación, su absolución.
En cambio el almamula vieja es mala, agresiva y goza haciendo daño. Una característica que la distingue de la anterior es que echa fuego por la boca, y que de ella penden gruesas cadenas que va arrastrando. Además su parte trasera es hueca. Dicen en el campo que su instinto animal se manifiesta ante las majadas: ataca a los indefensos corderos y los mata, comiéndole únicamente las vísceras.
Al almamula condenada no se la puede redimir. Si alguien la hiere, aunque sea levemente, la mujer enferma y muere, sin que la ciencia pueda salvarla.

Leyenda de la “Telesita  la llamaban, y era la danza hecha carne...”

 La ternura popular la apodó Telesita, aunque no faltó quienes le dieran nombre y apellido para certificar su existencia. 
Cuenta la leyenda que vivía en la espesura del monte, del cual salía al escuchar los acordes melodiosos de la música. Sola, descalza y desgreñada llegaba y se ponía a bailar. Bailaba sola, embriagada en el delirio de la danza. Al amanecer partía siempre sola, rumbo a su monte familiar.
En una fiesta no apareció. Los paisanos extrañados salieron en su búsqueda. Sólo encontraron su cuerpecito calcinado por las por las llamas.
Murió joven, casi una. Y desde ese día los paisanos la recordaban en todas sus fiestas. La recordaban de la manera que a ella le gustaba: bailando y cantando, disfrutando de la vida. ¡Quién sabe cómo nació su culto...!Tal vez por casualidad, tal vez fue el destino, pero el pedido se cumplió.
Y poco a poco el baile fue tomando su nombre. Y había más gente que pedía. Que pedía lluvia, que pedía encontrar un animalito perdido, pedía por su salud deteriorada, pedía todo en el fragor del baile. Del baile mágico, porque tiene un toque cabalístico, ya que el promesante debe bailar siete chacareras y tomar él y su compañera, después de cada vuelta, una copa de vino o licor, que si llegara a sobrar los únicos que pueden beberla son los músicos.
 

Finalizado el baile se quema un muñeco de paja que la representa, y que durante toda la fiesta está colgado en el alero del rancho, con una cortinita blanca detrás. Y aquí nuevamente están presentes los símbolos: el blanco de su pureza y virginidad; el fuego: su martirio, su purificación y a la vez el elemento que la deificó en la creencia .


lunes, 14 de mayo de 2012

Primera entrada en el blog.. Estamos conociendo la herramienta.. Vamos a dejar el enlace de el video realizado en la unidad anterior.. Saludos

http://www.youtube.com/copynotice?video_id=9Sx6T39-lDc&feature=vm